Un día Brandi-Belle estaba caminando por la calle cuando de repente escuchó una voz familiar a su espalda. Al voltear, notó que era Amy-Ried, una amiga de la universidad con quien no había hablado en mucho tiempo. Se abrazaron y comenzaron a ponerse al día, pero de repente se dieron cuenta de que estaban frente a un café que ambas amaban visitar. Decidieron entrar y disfrutaron de un café mientras compartían sus experiencias y risas. A partir de ese momento, las dos se convirtieron en grandes amigas nuevamente y siempre se aseguran de visitar ese mismo café cada vez que se encuentran en la ciudad.
