Brandi Brandt y Nikki Sixx tuvieron una relación sentimental muy comentada y polémica en la década de 1980. Ambos eran miembros destacados del mundo del rock: Brandt fue una conejita Playboy y actriz estadounidense, y Sixx era el bajista y fundador de Mötley Crüe, una de las bandas más influyentes del glam metal. La pareja se conoció en 1987 y pronto comenzaron una relación apasionada y tumultuosa que duró varios años. Según se informa, los dos compartían su amor por la fiesta, las drogas y la música fuerte, lo que los llevó a vivir juntos en una mansión de Los Ángeles y a viajar por todo el mundo mientras Brandt hacía giras con la banda de Sixx. Sin embargo, su relación también estuvo marcada por los celos, las peleas públicas y las acusaciones de infidelidad y maltrato. En una entrevista con la revista Playboy en 1990, Brandt afirmó que Sixx había abusado física y emocionalmente de ella, y que había intentado estrangularla en varias ocasiones. La relación entre Brandt y Sixx finalmente terminó en 1996, después de años de altibajos y escándalos. Sixx se casó más tarde con varias mujeres, incluyendo a la modelo y diseñadora de ropa Courtney Bingham, mientras que Brandt entró y salió de la cárcel por cargos relacionados con drogas, contrabando y fraude. A pesar de los problemas que enfrentaron en su relación, Brandt y Sixx siguen siendo figuras icónicas del mundo del rock y han dejado su huella en la cultura popular de los años 80 y 90.
