Brandon Boyd y Sarah Hay se conocieron en una noche lluviosa de verano en un bar de Los Ángeles. Ella estaba sentada en una mesa solitaria, con un vaso de whisky en una mano y un libro en la otra. Él la vio y decidió acercarse. Se presentó como el cantante de Incubus y le preguntó qué estaba leyendo. Era "El Guardián entre el Centeno" y él sonrió, diciendo que era uno de sus favoritos. Comenzaron a hablar sobre libros, música y arte. Descubrieron que tenían mucho en común. Durante toda la noche, no se separaron. Había una conexión instantánea y única entre ellos. Era como si se conocieran de toda la vida. Se hablaron sobre sus sueños, sus pasiones y sus miedos. Finalmente, el bar cerró y tuvieron que irse. Brandon le pidió a Sarah su número de teléfono y ella se lo dio con una sonrisa. Se separaron con un abrazo cálido y sincero, prometiendo verse pronto. Y así fue. Brandon y Sarah comenzaron a salir juntos y fueron inseparables desde entonces. Se convirtieron en una pareja creativa, inspirándose mutuamente y apoyándose en cada proyecto. Su amor fue siempre fuerte y duradero, como si estuvieran destinados a estar juntos desde el principio.
