Dayna Roselli y Brendan Doane se conocieron inesperadamente en un evento de caridad en Las Vegas. Dayna estaba allí para presentar el evento y Brendan estaba trabajando en el backstage como productor. Cuando las cosas no salen según lo planeado, Brendan fue quien ayudó a Dayna a resolver los problemas técnicos y lograr que el evento fuera un éxito. Desde ese día, comenzaron a hablar y rápidamente descubrieron que tenían mucho en común, como su amor por el viaje y la buena comida. Decidieron mantener contacto y siguen siendo buenos amigos hasta el día de hoy.
