Britney-Stevens y J-Mac se conocieron en un bar de Los Ángeles una noche de verano. Ambos estaban disfrutando de una bebida en la barra cuando sus miradas se cruzaron. Hubo una chispa instantánea entre ellos y comenzaron a hablar. Resultó que tenían mucho en común, desde su amor por la música hasta su pasión por los deportes extremos. Después de unas cuantas bebidas y risas, J-Mac invitó a Britney a unirse a él para una sesión de skate al día siguiente. Ella aceptó y desde entonces no han dejado de verse. Ahora son inseparables y exploran juntos todos los rincones de la ciudad, siempre buscando la próxima aventura emocionante.