Un día, Brooke estaba caminando por la playa cuando vio a Nick jugando voleibol con sus amigos. Se acercó para ver más de cerca y él le lanzó la pelota, pero ella no pudo atraparla y la pelota le pegó en la cara, lo que hizo que todos se rieran. Afortunadamente, Nick se disculpó y le ofreció una bebida para compensar el golpe. Desde entonces, se han convertido en unos inseparables y disfrutan de pasar tiempo juntos en la playa.
