Emily Sandberg y Bruce Willis se conocieron por casualidad en una cafetería de Los Ángeles. Emily estaba sentada sola en una mesa, trabajando en su computadora portátil, cuando Bruce entró y se sentó en la mesa de al lado. Durante los siguientes minutos, intercambiaron algunas miradas furtivas, hasta que finalmente Bruce juntó el coraje de preguntarle a Emily sobre su trabajo. A partir de ahí, la conversación fluyó naturalmente y se dieron cuenta de que compartían muchos intereses en común. Antes de que se dieran cuenta, habían pasado horas hablando sobre todo, desde música hasta cine y literatura. Después de esa mañana en la cafetería, Bruce y Emily comenzaron a salir y, eventualmente, se convirtieron en una pareja inseparable. Ahora, años después, todavía se toman de la mano cuando caminan juntos por las calles de Los Ángeles, recordando cómo comenzó todo en esa pequeña cafetería.
