Bruno y Filipa se conocieron en una cancha de fútbol, donde ambos jugaban en equipos diferentes. Durante un partido, Bruno fue derribado por un jugador del equipo contrario y Filipa, quien se encontraba cerca, se acercó rápidamente para ver si estaba bien. Desde ese momento, comenzaron a hablar y a intercambiar información sobre sus equipos y sus habilidades en el fútbol. A medida que continuaron hablando, descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su pasión por el fútbol y su amor por el deporte en general. Desde entonces, se han mantenido en contacto y han formado una gran amistad que ha llevado a un exitoso dúo en el campo. Juntos, han ganado muchos partidos y han demostrado ser una verdadera fuerza en el mundo del fútbol.
