Burcu y Kara se conocieron en una librería de Estambul. Burcu estaba buscando un libro de poesía turca y Firat trabajaba allí como vendedor. Al verla entrar, Firat se sintió atrapado por su belleza y decidió ayudarla a encontrar el libro que buscaba. Comenzaron a conversar, hablando sobre poesía y literatura en general, y se dieron cuenta de que compartían muchas aficiones e intereses. A partir de ese momento, solían encontrarse en la librería cada vez que Burcu necesitaba algún libro o simplemente quería charlar con Firat. Con el tiempo, su amistad se convirtió en algo más y comenzaron una relación romántica, llena de libros, poesía y amor. Ahora, años después, siguen visitando la misma librería y recordando con cariño el día en que se conocieron.
