Caco y Ricci eran dos amigos inseparables que compartían todo, incluso un pequeño taller mecánico donde reparaban motocicletas antiguas. Un día, mientras trabajaban en una vieja Harley-Davidson, escucharon música alta proveniente de un taller cercano. Curiosos, se acercaron y conocieron a Andressa y Suita, dos amigas brasileñas que se habían mudado recientemente al barrio y que también tenían un taller mecánico. A pesar de las diferencias culturales y lingüísticas, rápidamente se hicieron amigos y comenzaron a trabajar juntos, ayudándose mutuamente en sus proyectos y compartiendo su pasión por las motocicletas. Con el tiempo, Caco y Ricci se dieron cuenta de que se habían enamorado de las chicas brasileñas, y comenzaron a cortejarlas con regalos y salidas. Andressa y Suita, que también sentían atracción por los dos amigos argentinos, aceptaron sus avances y comenzaron una relación amorosa que duraría muchos años. Juntos, construyeron una gran amistad y forjaron un fuerte vínculo que les permitió superar todas las adversidades y desafíos que se les presentaron.