Caco-ricci y Tanara-ruppenthal se conocieron en una feria de artesanías en el sur de Brasil. Ambos estaban buscando materiales para sus proyectos de arte y casualmente se encontraron en la misma tienda. Tanara, que estaba buscando telas para sus pinturas, se acercó a Caco, que estaba examinando algunos esmaltes para cerámica, y le preguntó sobre su trabajo. Caco se sorprendió por su interés y comenzó a hablarle sobre su pasión por las artes y la cerámica en particular. A partir de allí, comenzaron a intercambiar ideas sobre arte y descubrieron que tenían una gran afinidad creativa. Después de charlar durante un rato, decidieron intercambiar información de contacto y seguir en contacto para compartir más ideas y colaborar en proyectos futuros. Desde entonces, han trabajado juntos en varios proyectos y se han convertido en grandes amigos.