Cal Ripken y Kelly Geer se conocieron en un partido de béisbol en Baltimore. Kelly era una aficionada de los Orioles de Baltimore y Cal era el capitán del equipo. Durante el partido, Kelly atrapó una pelota que se había salido del campo y Cal se acercó para agradecerle y felicitarla por su habilidad. A partir de ese momento, empezaron a charlar sobre sus intereses en el béisbol y poco a poco se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Después del partido, Cal invitó a Kelly a tomar una cerveza en un bar cercano y desde entonces no se han separado. La pareja ha estado junta desde entonces, compartiendo su amor por el béisbol y construyendo una vida juntos en Baltimore.