Candice y James se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Candice se encontraba disfrutando de su café de la mañana, mientras que James estaba buscando un lugar para sentarse. Ambos se percataron de que la única mesa disponible era en la que se encontraba Candice. James se acercó a Candice y preguntó si podía sentarse con ella. Candice, con una sonrisa, aceptó la petición de James, y ambos comenzaron a conversar. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por la música y la lectura de ciencia ficción. Pasaron horas hablando y riendo, y al final intercambiaron números de teléfono. A partir de ese día, Candice y James se volvieron inseparables. Salían a pasear por la ciudad, asistían a conciertos juntos y compartían su pasión por la literatura. Su amistad floreció y se convirtió en un lazo muy especial entre ambos.
