Carlotta Monterey y Eugene O'Neill tuvieron una relación muy cercana que comenzó en 1929 cuando se conocieron en un bar. Carlotta era actriz y O'Neill era uno de los principales dramaturgos estadounidenses de la época. Comenzaron a trabajar juntos en la producción de varias obras teatrales de O'Neill, incluyendo "La luna quebrada", "Lament for a Motherr" y "Un toque de locura". Durante este tiempo, se enamoraron y finalmente se casaron en 1932. La relación tuvo altibajos y momentos difíciles. O'Neill luchó contra el alcoholismo y la depresión, y esto a menudo causó tensión en la relación. Sin embargo, Carlotta siempre estuvo a su lado y lo apoyó incondicionalmente. En 1943, O'Neill murió a causa de una neumonía. Carlotta se dedicó a preservar y promover sus obras y legado literario. También escribió una autobiografía titulada "La vida es una obra de teatro", donde habla de su relación con O'Neill y su carrera como actriz. En resumen, la relación entre Carlotta Monterey y Eugene O'Neill fue una de amor y colaboración artística, marcada por altibajos y desafíos, pero también por una fuerte lealtad y compromiso el uno con el otro.
