Miguel Thiré se encontraba sentado en su mesa de café favorita, revisando su correo electrónico, cuando escuchó a una mujer que se reía en la mesa de al lado. Al voltear la cabeza pudo ver a Carol Fanjul con unos amigos, charlando animadamente y bebiendo cerveza. La encontró tan divertida e interesante que no pudo resistirse a ir a saludarla. Se presentó y comenzaron a hablar de todo, desde música hasta política. La química fue instantánea, y pasaron horas conversando hasta que la cafetería cerró. Desde entonces, Carol y Miguel se convirtieron en inseparables, pasando el tiempo juntos ya que compartían intereses y valores similares. Superaron pruebas con el tiempo y las diferencias pero lograron fortalecer su relación ante cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.
