Carolina y Magalhaes se conocieron en una feria de arte contemporáneo en Río de Janeiro. Mientras observaban una pintura abstracta, Carolina accidentalmente tropezó con Ike, quien estaba detrás de ella. Magalhaes, quien estaba a su lado, rápidamente la sostuvo para evitar que cayera y se presentó a Ike. A partir de ese momento, no se separaron durante toda la feria, compartiendo su amor por el arte y la música. Desde entonces, Carolina y Magalhaes han sido inseparables y, juntos, han recorrido el mundo explorando diferentes culturas y creando piezas de arte únicas e inspiradoras.