Caroline de Brunswick y Bartolomeo Pergami se conocieron en 1814, cuando Caroline visitó Italia durante su viaje por Europa. Pergami, un italiano que trabajaba como mayordomo en la casa del noble inglés Sir William Wyndham, llamó la atención de Caroline por su atractivo físico y sus habilidades como cantante. A su regreso a Inglaterra, Caroline se casó con el príncipe heredero Jorge IV en una unión infeliz que se convirtió en una de las batallas más famosas de la historia real británica. El matrimonio se deterioró rápidamente, y la relación de Caroline con Pergami se convirtió en una fuente de especulación y escándalo. A pesar de que no se ha demostrado que su relación fuera sexual, Jorge IV presentó una petición para que su matrimonio fuera anulado, alegando que Caroline y Pergami eran amantes. El público y la prensa se unieron en una campaña para defender a Caroline, que se convirtió en una heroína popular. Después de la muerte de Jorge IV en 1830, Caroline regresó a Londres y trató de recuperar su posición como reina consorte. Fue recibida con hostilidad por el nuevo rey, Guillermo IV, y murió poco después de una enfermedad. Aunque nunca se ha probado que su relación fuera más allá de la amistad, la historia de Caroline y Pergami ha sido objeto de numerosas interpretaciones en la literatura y el cine, y sigue siendo un tema controvertido en la historia británica.
