Casey-James y Julian se conocieron en una tarde soleada de verano en la playa. Casey-James estaba jugando a frisbee con sus amigos mientras Julian estaba tomando el sol y leyendo un libro. De repente, el frisbee voló demasiado lejos y cayó en la arena junto a Julian. Casey-James se acercó a recoger el frisbee y se disculpó por interrumpir su lectura. Julian sonrió y le devolvió el frisbee. Empezaron a hablar y descubrieron que tenían un gran interés en común: la música. Julian tocaba la guitarra y Casey-James cantaba en una banda. Intercambiaron números de teléfono y se prometieron que se verían para tocar juntos algún día. Esa tarde en la playa fue el comienzo de una gran amistad y una hermosa colaboración musical.
