Un día soleado en Los Ángeles, Chad y Zoe se encontraron en el mismo café. Ambos estaban esperando su pedido y casualmente se pararon al lado uno del otro. Chad observó que Zoe llevaba una camiseta de su equipo deportivo favorito, los Lakers. Él preguntó de qué parte de la ciudad era y, para su sorpresa, vivían en la misma área. Ambos comenzaron a charlar sobre deportes y su amor compartido por los Lakers. Se involucraron tanto en la conversación que ni siquiera notaron cuando sus órdenes estuvieron listas. Zoe se rió de una broma que hizo Chad y él realmente disfrutó de su risa auténtica. Chad, se atrevió a preguntarle a Zoe si estaría interesada en ir al próximo partido con él. Zoe, sintió que no tenía nada que perder y aceptó su invitación. Chad estaba emocionado y no podía esperar para pasar más tiempo con Zoe durante el partido. Al día siguiente, Zoe recibió una llamada de Chad agradeciendo por la noche anterior y preguntándole si querría ir a cenar esa misma noche. Desde entonces, el resto es historia y los dos continúan asistiendo a todos los partidos de los Lakers juntos.
