Chad estaba en su patrulla haciendo la ronda por el centro de la ciudad cuando vio el auto rojo de Ivy estacionado en una zona prohibida. Se acercó al auto y le pidió a Ivy que lo moviera. Ivy se enfureció, sacando su peineta y amenazándolo con su cabello espigado, diciéndole que no había lugar para ella en la calle y que estaba en una tarea importante. Chad se rio de ella, y sin pensarlo, ella lo persiguió fuera del auto, corriendo detrás de él. Lejos del auto, Ivy y Chad comenzaron a conversar. Chad le preguntó a Ivy por qué estaba en una tarea importante, y ella le contó sobre el disfraz que estaba haciendo para un evento y cómo necesitaba material adicional. Chad se sorprendió al descubrir que Ivy era una diseñadora de moda alucinante, y le ofreció llevarla a la tienda que él conocía. Ivy aceptó la oferta, y durante el viaje fue contándole a Chad acerca de sus planes y sus diseños. Chad estaba cada vez más sorprendido por el talento de Ivy, y le preguntó si lo ayudaría con el nuevo disfraz que estaba planeando para el Día de los Muertos. A partir de ese día, Ivy y Chad se convirtieron en amigos cercanos, colaborando en una variedad de proyectos bien diseñados. Desde entonces, han trabajado juntos en una variedad de proyectos, incluyendo la creación de una línea de ropa de lujo y la organización de eventos de moda exclusivos.
