Un día soleado de verano, Chanelle-Hayes y Seb-Hines se encontraron en la playa mientras miraban el mar. Chanelle estaba recogiendo conchas y Seb estaba sentado en una roca, observando el paisaje. Cuando sus miradas se encontraron, algo especial sucedió. Chanelle preguntó a Seb si le importaría ayudarla a buscar algunas conchas para su colección. Él aceptó amablemente y, juntos, se adentraron en las cristalinas aguas del mar. En un momento dado, mientras se divertían y hablaban, se dieron cuenta de que tenían una conexión especial y se enamoraron el uno del otro. Desde ese día, Chanelle y Seb han estado juntos, construyendo una vida maravillosa llena de amor y felicidad. Los dos saben que se encontraron el uno al otro en la playa por una razón, y no podrían estar más agradecidos.