Un día soleado en Las Vegas, Charles-Simonelli estaba perdido en el aeropuerto, buscando su vuelo de conexión a Los Ángeles. Después de varias vueltas, se encontró con Myrna-Hansen, una simpática azafata que le ofreció ayuda. Le indicó cuál era su puerta de embarque y se ofreció a acompañarlo. Durante el trayecto, se dieron cuenta de que eran de la misma ciudad y compartían varios intereses. Charles quedó impresionado por la simpatía y belleza de Myrna, mientras Myrna encontró a Charles atractivo y encantador. Luego de un agradable vuelo juntos, se despidieron en Los Ángeles, prometiendo mantener el contacto. A partir de ese momento, comenzaron a mandarse mensajes y llamarse, hasta que decidieron tener su primera cita en un restaurante cercano al aeropuerto de Las Vegas, donde se conocieron por primera vez. Desde ese día, no se han separado y siempre recuerdan ese primer encuentro en el aeropuerto como el inicio de su gran historia de amor.
