Chase Bryant, un talentoso compositor de música country, y Selena Weber, una reconocida modelo, se conocieron en un bar de Nashville una noche de verano. Ambos habían ido a disfrutar de la música en vivo y casualmente se encontraron al pedir dos bebidas en la barra del lugar. En un principio, su conversación fue breve y superficial, pero gracias a sus intereses compartidos en la música y la creatividad, la charla se extendió hasta altas horas de la noche. El ambiente descontraído del lugar y las risas compartidas hicieron que conectaran de inmediato. La química entre ellos fue innegable y decidieron seguir hablando en una mesa apartada. Allí, descubrieron que tenían mucho en común y comenzaron una larga conversación sobre sus vidas, sus familias, y sus aspiraciones. Chase le enseñó algunas de sus letras originales y Selena le contó algunos de sus sueños como modelo. La noche fue pasando y se dieron cuenta de que habían encontrado a alguien especial con quien compartir sus pasiones y anhelos. Desde entonces, se han mantenido en contacto y han colaborado en distintos proyectos que les han permitido combinar su talento musical y artístico. Hoy en día, Chase y Selena son amigos cercanos y siguen disfrutando de la música juntos en los lugares más emblemáticos de Nashville. Su encuentro en aquel bar fue el inicio de una gran amistad que ha perdurado a través del tiempo.
