Cherry Jones y Mary O'Connor-Architect se conocieron en una exposición de arquitectura en Nueva York. Ambas estaban admirando los diseños de la misma maqueta cuando se percataron de que compartían un interés común por la arquitectura sostenible y la conservación del medio ambiente. Comenzaron a hablar sobre sus proyectos y descubrieron que no solo eran apasionadas arquitectas, sino que también tenían un gran sentido del humor. Desde ese día, se convirtieron en grandes amigas y colaboradoras en numerosos proyectos de arquitectura sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
