Cheryl y Jacob-Thompson se conocieron en una exposición de arte contemporáneo en el museo local. Ambos estaban admirando una instalación hecha de espejos y se encontraron reflejándose el uno al otro. Comenzaron a hablar sobre las obras de arte y rápidamente descubrieron que compartían muchas ideas y pasiones. Después de intercambiar números de teléfono, continuaron hablando y descubriendo más cosas que tenían en común. Poco después, organizaron su primera cita y desde entonces se volvieron inseparables, explorando juntos la ciudad y descubriendo nuevas formas de arte e inspiración.