Un día, Chloe Ferry estaba en la playa disfrutando del sol y las olas, cuando de repente vio a Owen Warner surfeando en el mar. Quedó impresionada por su habilidad y su cuerpo tonificado, así que decidió acercarse a él. Al principio, Owen se sorprendió por la repentina visita de Chloe, pero pronto se dio cuenta de lo divertida y amigable que era. Comenzaron a hablar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Después de pasar todo el día juntos, decidieron ir a tomar un trago en un bar cercano. La química entre ellos era palpable, y se divirtieron tanto que la noche se convirtió en la madrugada. Desde entonces, Chloe y Owen se han convertido en grandes amigos y han seguido saliendo juntos y disfrutando de la vida. Aunque no están oficialmente en una relación, se han convertido en inseparables y siempre están ahí el uno para el otro.
