Un día soleado en Los Ángeles, Chris Pine y Samira Mighty coincidieron en una cafetería. Chris estaba leyendo un guión mientras disfrutaba de su café, y Samira entró en busca de un sándwich de pollo y aguacate. Con sus gafas de sol y su pelo castaño oscuro, Samira no podía dejar de mirar a Chris. Finalmente, se armó de valor para acercarse y preguntarle sobre el guión que estaba leyendo. Comenzaron a hablar, y se dieron cuenta de que compartían intereses similares, como la actuación y la música. Decidieron hacer planes para ir a un concierto juntos esa misma noche. El concierto fue mágico, y Chris y Samira bailaron toda la noche juntos. Al final del espectáculo, se despidieron con un abrazo, y Chris le pidió su número de teléfono. Desde entonces, Chris y Samira se han convertido en buenos amigos y salen juntos a menudo para explorar la ciudad y disfrutar de su amor por la cultura y las artes. Y todo gracias a una casualidad en una cafetería.