Un día, mientras paseaba por la ciudad, Christian se encontró con Vivian en una tienda de música local. Ambos estaban buscando nuevos vinilos para su colección y al alcanzar el mismo álbum, sus manos chocaron. Murmuraron una disculpa simultánea y antes de saberlo, empezaron a hablar de sus artistas favoritos. Al darse cuenta de la química instantánea, decidieron tomar un café y pasar el resto del día juntos. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por la música y la escritura. Desde entonces, siempre han estado juntos; escriben canciones, interpretan y disfrutan de los pequeños placeres de la vida juntos. Nunca saben lo que el futuro les depara, pero están emocionados por descubrirlo juntos.