Christian McCaffrey y Marybeth Sant se conocieron por casualidad en un pequeño café en el centro de Denver. Christian estaba allí para reunirse con su agente para discutir su próxima temporada en la NFL, mientras que Marybeth estaba esperando a su mejor amiga para tomar un café juntas. A medida que pasaban los minutos, Christian y Marybeth comenzaron a conversar sobre el clima y la ciudad, y pronto se dieron cuenta de que habían crecido a solo unas millas de distancia el uno del otro en Colorado. Descubrieron que ambos eran apasionados por los deportes y la naturaleza, y compartieron historias sobre sus aventuras en el aire libre en Colorado. Mientras tanto, el amigo de Marybeth nunca apareció, lo que le permitió a Christian y Marybeth continuar su conversación sin interrupciones. Después de varias horas de charla profunda y un buen café, intercambiaron números de teléfono y se despidieron con la promesa de mantenerse en contacto. El resto, dicen, es historia. La pareja ha estado junta desde entonces, demostrando que el destino puede tener un papel importante en las coincidencias de la vida.