Christina y Jordan se conocieron por casualidad en un bar de Los Ángeles. Jordan estaba en una cita que no iba muy bien, y Christina había salido con sus amigas para olvidar una mala semana en el trabajo. Jordan no podía dejar de mirar a Christina desde el otro lado del bar mientras ella reía con sus amigas. Se sintió atraído instantáneamente por su belleza y energía. Finalmente, se armó de valor y se acercó a ella para pedirle un trago. Christina estaba sorprendida por su descaro, pero también intrigada por su confianza. El resto de la noche se convirtió en una serie de conversaciones profundas y risas fuertes. Descubrieron que tenían mucho en común, desde su amor por la música hasta su pasión por viajar. Finalmente, cuando llegó la hora de cerrar el bar, Jordan le pidió a Christina su número de teléfono. Ella no dudó en dárselo, y desde entonces han sido inseparables.
