Bill y Christine se conocieron en la fiesta de cumpleaños número 30 de un amigo en común. A pesar de que no se habían visto antes, inmediatamente se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Durante toda la noche, hablaron sobre sus intereses y sus pasatiempos, y se rieron juntos como si se conocieran de toda la vida. Al final de la fiesta, intercambiaron números de teléfono y se prometieron seguir en contacto. Cuatro meses después, Bill le propuso matrimonio a Christine en el lugar donde se conocieron, y ella aceptó sin dudarlo. Ahora, han estado casados durante 15 años y siguen tan enamorados como el primer día.