Cintia y André se conocieron en una playa paradisíaca de Brasil. Cintia estaba disfrutando del sol y la arena, mientras que André estaba practicando surf. Él se acercó a ella para pedirle consejos sobre cómo mejorar su técnica de surf, y rápidamente empezaron a conversar y a reír juntos. Después de varios días de pasar tiempo juntos y disfrutar de la belleza del lugar, André se animó a pedirle a Cintia su número de teléfono, y ella aceptó encantada. Desde entonces, comenzaron a hablar todos los días y a planificar nuevas aventuras juntos. A pesar de que al principio era una relación de amistad, no pasó mucho tiempo antes de que ambos se dieran cuenta de que se habían enamorado el uno del otro. Y así, con el sonido del mar como testigo, se dieron su primer beso y comenzaron una historia de amor que aún perdura.