Clark Gable y Joan Crawford mantuvieron una relación profesional y personal durante la década de 1930. Ambos eran actores de la MGM y protagonizaron juntos varias películas famosas como "Dancing Lady" (1933), "Strange Cargo" (1940) y "Más duro que el acero" (1950). Se rumoreaba que Gable y Crawford tuvieron un romance en el set de "Dancing Lady", sin embargo, esto nunca fue confirmado. Lo que sí está confirmado es que eran buenos amigos y se respetaban mutuamente como actores. En 1959, Crawford escribió una autobiografía llamada "A pesar de todo, la vida continúa" en la que dedicó un capítulo completo a su amistad con Gable. En el libro, ella lo describe como un hombre encantador y carismático con una gran presencia en pantalla y fuera de ella. En una entrevista de 1960 con la revista "Family Circle", Gable también habló sobre su amistad con Crawford y dijo que ella era una amiga cercana y que siempre disfrutaba trabajar con ella en el set. A pesar de ser amigos cercanos, la relación entre ellos se enfrió después de que Crawford se casara con el CEO de Pepsi, Alfred Steele. Según informes, Gable no estaba contento con la elección de Crawford de casarse con un hombre de negocios en lugar de un actor. En general, la relación entre Clark Gable y Joan Crawford fue una de respeto y amistad, y su leyenda sigue viva en el mundo del cine como dos de los actores más icónicos de la época dorada de Hollywood.