Gaius Julius Caesar y Cleopatra VII tuvieron una relación amorosa y política. Se conocieron en el 48 a.C., cuando Julius Caesar llegó a Egipto durante su campaña militar en Oriente Medio. Cleopatra era la reina de Egipto desde el 51 a.C. y buscaba un aliado poderoso para proteger su trono. Según la tradición, Cleopatra llegó a la corte de Julius Caesar envuelta en una alfombra y fue presentada ante el cónsul romano. Su belleza y astucia conquistaron a Caesar, y juntos pasaron varias semanas en Alejandría. De la unión de Cleopatra y Julius Caesar nació un hijo, Cesarión, al que la reina egipcia dijo que era el legítimo heredero del imperio romano. La relación entre Julius Caesar y Cleopatra no solo fue de carácter personal sino también político. La reina egipcia intentó ganar el apoyo de Roma para mantener su poder en el trono. Por su parte, Julius Caesar aprovechó la experiencia y los recursos de Egipto para apoyar sus guerras en Oriente Medio y en Europa. Después de la muerte de Julius Caesar en el año 44 a.C., Cleopatra regresó a Egipto. En el año 41 a.C. tuvo otra relación amorosa y política con Marco Antonio, el general del ejército romano. Juntos, intentaron crear un nuevo Imperio uniendo las fuerzas de Egipto y Roma. Pero al final, fueron derrotados por Octavio, el sobrino y heredero de Julius Caesar, en la batalla de Accio en el año 31 a.C. La historia de la relación entre Julius Caesar y Cleopatra ha sido transmitida a través de la literatura y el cine. Se ha representado a la reina egipcia como una mujer astuta y seductora, y a Julius Caesar como un hombre poderoso y apasionado.
