Consuelo Flowerton y Dirk Fock se conocieron en una galería de arte en París. Mientras ambos admiraban una obra del famoso pintor francés, Henri Matisse, sus manos accidentalmente se tocaron. Consuelo se ruborizó y Dirk sonrió galantemente. A partir de ese momento, comenzaron una conversación sobre el arte y la cultura, y descubrieron que tenían muchos intereses en común. Continuaron viéndose en la galería y compartiendo su amor por la belleza y la creatividad. Con el tiempo, su amistad se convirtió en romance, y desde entonces han sido inseparables, viajando por el mundo en busca de nuevas inspiraciones.
