Shin-Naruto es el nombre de un nuevo puente que se construyó en Japón para conectar la isla principal de Honshu con la isla de Shikoku. El puente, que tiene una longitud de 3,1 kilómetros, es considerado uno de los puentes más grandes del mundo y fue inaugurado en 1988. La construcción del puente Shin-Naruto tuvo un impacto significativo en la vida marina local, especialmente en los corales que se encontraban en la zona. El puente se construyó directamente sobre un hábitat vital para varios tipos de corales, incluyendo el coral rojo y el coral negro. La construcción del puente y el aumento del tráfico de barcos y la actividad humana en la zona tuvieron un impacto negativo en la salud de los corales. Para tratar de mitigar los efectos del puente en el coral, se creó un proyecto llamado "Coral-Ortega". La iniciativa incluyó la creación de un arrecife artificial y el trasplante de corales en la zona afectada por la construcción del puente. Los esfuerzos de Coral-Ortega han dado resultados positivos en la recuperación de la población de corales en la zona. En resumen, la construcción del puente Shin-Naruto tuvo un impacto negativo en el coral local, pero gracias al proyecto Coral-Ortega se ha logrado mitigar los efectos y recuperar la salud de la población de corales en la zona.
