Mark y Cory se conocieron por casualidad en un bar de Nueva York. Mark, un fotógrafo talentoso, estaba allí para cubrir un evento de moda y Cory estaba allí para disfrutar de una noche de fiesta con sus amigos. Mark notó a Cory de inmediato al entrar a la sala y se enamoró de su estilo rebelde y su actitud despreocupada. Después de conversar un poco, Mark le preguntó si estaría interesada en modelar para él y Cory aceptó con entusiasmo. Se reunieron varias veces más para discutir ideas y planificar una sesión de fotos única y emocionante. Durante la sesión, Mark capturó la personalidad extrovertida y espontánea de Cory, y ella se sintió tan cómoda frente a la cámara que comenzó a moverse al ritmo de la música en una consola cercana. Mark capturó cada momento en su cámara y la sesión fue un éxito rotundo. Desde entonces, Mark y Cory se han convertido en amigos cercanos y han colaborado en varios proyectos creativos futuros juntos. Finalmente, Mark encontró la inspiración en Cory y ella encontró a un fotógrafo talentoso con quien trabajar.
