Cynthia-de-la-Vega y Enrique-Mayagoitia se conocieron en una noche de verano en la playa. Ambos estaban paseando por la orilla del mar, disfrutando del sonido de las olas y la brisa fresca. De repente, un juego de voleibol comenzó a formarse un poco más allá de donde se encontraban. Cynthia y Enrique se unieron al juego y comenzaron a jugar juntos. Mientras jugaban, comenzaron a conversar y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Descubrieron que ambos eran amantes de la música y disfrutaban de la misma banda, compartían intereses por los deportes y viajar. Después de jugar durante un tiempo, el sol comenzó a ponerse y los dos decidieron tomar algo fresco en un bar cercano. Allí, siguieron hablando y riendo, compartiendo historias y sueños. Cuando el bar cerró esa noche, decidieron caminar juntos de regreso a sus respectivos hoteles. Al despedirse, intercambiaron números de teléfono y prometieron mantenerse en contacto. Al día siguiente, Cynthia y Enrique se encontraron nuevamente en la playa y pasaron el día juntos, disfrutando de la compañía del otro. Desde ese día, se hicieron inseparables y comenzaron una historia de amor que duró para siempre.
