Cynthia-Mort y Amanda-Scheer-Demme se conocieron en una reunión casual de amigos en Los Ángeles, Estados Unidos. En esa noche, ambas compartieron algunas historias divertidas y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Desde ese día, comenzaron a conectarse y a pasar más tiempo juntas. Un día, mientras conversaban en una cafetería, Cynthia-Mort mencionó que estaba buscando una cineasta talentosa para dirigir su nuevo proyecto cinematográfico. Amanda-Scheer-Demme demostró su interés y, después de varias reuniones y negociaciones, se unió al equipo de Cynthia-Mort para colaborar en la producción. Ambas mujeres trabajaron juntas durante varios meses en la película, convirtiéndose en grandes amigas y colegas. La película se estrenó con gran éxito y se convirtió en un referente en la industria cinematográfica. Desde entonces, Cynthia-Mort y Amanda-Scheer-Demme han trabajado en varios proyectos juntas y se han mantenido como buenas amigas.
