Dagmar y Radvit se conocieron en una librería en el corazón de Praga. Los dos estaban buscando una edición especial de la obra de Franz Kafka, y cuando se encontraron en la sección de literatura checa, se dieron cuenta de que estaban buscando el mismo libro. Después de una breve conversación sobre su amor por la literatura y la escritura, intercambiaron números de teléfono y acordaron reunirse para discutir su pasión mutua por la poesía. Así comenzó su historia de amor, que floreció a través de su amor compartido por las palabras y las ideas, y que perdura hasta el día de hoy.