Dana Davis y Paul Pierce se conocieron en un partido de baloncesto en Los Ángeles. Davis estaba en la audiencia, animando a su equipo favorito, cuando Pierce anotó un triple impresionante. Impresionado por la habilidad de Pierce en la cancha, Davis decidió acercarse a él después del partido para felicitarlo. Después de un breve intercambio de palabras, la pareja se dio cuenta de que tenían mucho en común, incluyendo un amor por el baloncesto y una pasión por retribuir a la comunidad. Desde ese día, Davis y Pierce se han convertido en amigos cercanos y colaboradores en varios proyectos de caridad y esfuerzos comunitarios. Su amistad continúa siendo fuerte desde entonces, y ambos a menudo se muestran juntos en eventos deportivos y causas benéficas.
