Dana-Gold y Cherrelle se conocieron inesperadamente en una cafetería mientras esperaban por sus respectivos pedidos. La pareja empezó a conversar sobre la espera y acabaron hablando de sus intereses, gustos y metas en la vida. La charla fue tan amena que Cherrelle le ofreció a Dana-Gold su número de teléfono para seguir en contacto. Dana-Gold aceptó y ambas intercambiaron información. Como resultado, estas dos magníficas mujeres se hicieron amigas íntimas y comenzaron a explorar la ciudad juntas como compañeras de aventuras. Y así fue el inicio de su amistad duradera.