Un día soleado en Los Ángeles, Daniel Simmons y Jessica Jarrell se encontraron por casualidad mientras caminaban en dirección opuesta por la misma calle. Al cruzarse, Daniel derramó sin querer su bebida en la camisa de Jessica. -¡Lo siento mucho!- exclamó Daniel mientras sacaba unas servilletas para tratar de limpiar la mancha. -No te preocupes, fue un accidente- respondió amablemente Jessica. Para compensar el problema, Daniel ofreció llevarla a la lavandería más cercana y pagar por la limpieza. Jessica, agradecida, aceptó la oferta. Durante el trayecto, conversaron sobre sus gustos musicales y resultó que ambos compartían una gran pasión por el R&B y el hip-hop. Después de dejar su camisa en la lavandería, decidieron seguir charlando y pasear por el centro de la ciudad. Visitando algunas tiendas de música, descubrieron que eran fans de los mismos artistas y que incluso tenían algunas canciones en común. Al caer la noche, decidieron que habían pasado un día maravilloso juntos y que querían volver a verse pronto. Así, intercambiaron números de teléfono y comenzaron a enviar mensajes y llamarse a menudo. Finalmente, su amor por la música les llevó a colaborar juntos en algunas canciones y se convirtieron en buenos amigos. Desde aquel día, no han dejado de compartir sus intereses y vivir aventuras increíbles juntos.
