Un día Danielle-Lippe y Jeremy-McConnell-Cooke coincidieron en una cafetería mientras tomaban un café. Se fijaron mutuamente e intercambiaron una sonrisa. Como ambos eran fans del arte, comenzaron a hablar sobre su pasión por la pintura y por la música. Decidieron quedar para ir a un museo juntos. Durante la visita, Jeremy le confesó a Danielle que él también tocaba la guitarra y que estaba en una banda. Ella quedó impactada y le pidió que le mostrara algo de su música. Jeremy aceptó emocionado y le enseñó una de sus canciones. Danielle se enamoró de su voz y le confesó que ella también cantaba. Jeremy le propuso entonces hacer una colaboración musical. Pasaron varios días ensayando y compartiendo su amor por la música. Al final, terminaron enamorados y formaron una banda juntos.
