Un día soleado en Nashville, Cassadee Pope y David Blaise coincidieron en un estudio de grabación. El ambiente era vibrante y lleno de energía, mientras trabajaban en proyectos por separado. Fue entonces cuando Cassadee notó que David estaba en el mismo edificio que ella. Había escuchado hablar de él antes, sabía que era un productor musical talentoso y tenía muchas ganas de trabajar con él. Después de varios días en el estudio, Cassadee y David se encontraron en el pasillo. Cassadee no podía creer que él estuviera ahí, y en un instante, comenzaron a hablar sobre su trabajo y sus proyectos en común. Se sorprendieron por lo diferentes que eran, pero al mismo tiempo, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Comenzaron a pasar tiempo juntos en horas de descanso, hablando de música y sus sueños. David se dio cuenta de que tenía mucho que aprender de ella, y Cassadee admiraba su talento y creatividad. Pronto comenzaron a trabajar juntos en una canción y descubrieron que en la música había una química especial. Cassadee Pope y David Blaise comenzaron a tener un gran respeto y admiración mutua. Hoy en día, después de muchos proyectos juntos, son grandes amigos y no solo han compartido el éxito de la música, sino también una gran amistad.
