David Bowie y Iggy Pop tuvieron una relación estrecha y duradera desde principios de la década de 1970 hasta el fallecimiento de Bowie en 2016. Sus similitudes y su compromiso con la música y la moda los unieron. Bowie ayudó a transformar la carrera de Iggy Pop y lo llevó a la fama internacional. Bowie conoció a Iggy Pop en 1971 en Nueva York, cuando ambos estaban estableciéndose en la escena musical. Bowie estaba impresionado por el talento y la apariencia de Iggy Pop, que se destacaba por su estilo punk y sus energéticas actuaciones en vivo. Inmediatamente se estableció una conexión creativa entre ellos, que resultaría en una gran colaboración en los años siguientes. En 1973, Bowie produjo el álbum debut en solitario de Iggy Pop, "Raw Power", con su banda The Stooges. También co-escribió algunas de las canciones y tocó la guitarra en ellas. La producción de Bowie y su estilo de glamour y vanguardia ayudaron a Iggy Pop a conseguir una mayor audiencia y reconocimiento. Además, durante sus giras juntos, Bowie introdujo a Iggy Pop en Europa y lo ayudó a establecerse como un icono internacional. La relación entre Bowie e Iggy Pop se extendió más allá de la década de 1970. En los años 80, Bowie participó en el álbum de Iggy Pop "Blah Blah Blah", produjo su álbum "Brick By Brick" en 1990 y produjo el álbum de reunión de The Stooges, "Ready to Die", en 2013. También colaboraron en numerosas canciones y proyectos de cine y televisión. Bowie e Iggy Pop eran amigos cercanos y se mantenían en contacto incluso cuando no trabajaban juntos. Bowie hablaba muy bien de Iggy Pop en entrevistas y lo consideraba un "hermano perdido". Iggy Pop, por su parte, ha expresado su gratitud hacia Bowie por su amistad y apoyo continua en su carrera. En resumen, David Bowie e Iggy Pop tuvieron una relación artística y personal fructífera que dejó un legado importante en la música y la cultura pop. Su amistad duradera y su mutuo aprecio por la creatividad y la innovación seguramente inspirarán a muchos artistas en el futuro.