David Bowie y Tony Zanetta tuvieron una relación profesional muy cercana durante gran parte de la década de los 70. Zanetta fue uno de los primeros managers de Bowie, y fue clave en la creación de la imagen y el sonido de la estrella del rock. Zanetta se unió al equipo de Bowie en 1972, justo cuando su carrera comenzaba a despegar con el éxito del álbum "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars". A lo largo de los siguientes años, Zanetta trabajó muy de cerca con Bowie en la producción de varios álbumes icónicos como "Aladdin Sane", "Young Americans" y "Station to Station". Además de ser su manager, Zanetta también fue fundamental en la creación de la etapa de Ziggy Stardust, trabajando en los diseños de vestuario, escenarios y efectos visuales que se convirtieron en una parte fundamental de los conciertos de Bowie. Sin embargo, la relación entre Bowie y Zanetta no siempre fue fácil. En 1976, Bowie decidió despedir a Zanetta después de que este negociara un acuerdo para una gira de Bowie que el cantante no estaba contento con. Los dos se reconciliaron más tarde, y Zanetta continuó trabajando en la carrera de Bowie hasta mediados de los 80. En general, la relación entre David Bowie y Tony Zanetta fue esencial para la evolución del sonido y la imagen de Bowie durante su etapa más creativa y revolucionaria. Aunque tuvieron sus desacuerdos, su trabajo juntos se convirtió en la base de uno de los legados más importantes de la historia del rock.