Carlotta y Christy conocieron a David Essex en un concierto en Londres. Estaban en la multitud, cantando y bailando, y de repente David apareció en el escenario. Era alto, moreno y guapo, con una voz increíblemente fuerte que llenaba todo el lugar. Las chicas se miraron entre sí, con los ojos brillantes de emoción. Habían sido fans de David desde hace años, y no podían creer que estaban allí, en persona, viéndolo actuar en vivo. David continuó cantando y tocando su guitarra, y las chicas se unieron a la multitud, bailando y cantando con entusiasmo. En un momento dado, David miró hacia abajo y las vio. Una sonrisa se extendió por su rostro, y se inclinó hacia el micrófono. "¿Quiénes son esas chicas tan bonitas abajo?", preguntó, con una risa en su voz. Carlotta y Christy se sonrojaron de vergüenza, pero no pudieron evitar sonreír también. Habían logrado llamar la atención de David Essex, y se sintieron increíblemente afortunadas. Después del concierto, las chicas se quedaron para conocer a David, y se sorprendieron al descubrir que él era igual de amable y divertido en persona como en el escenario. Pasaron horas hablando y riendo juntos, y al final, se fueron con un sentimiento de felicidad y emoción que no podían explicar. A partir de ese día, Carlotta y Christy siguieron asistiendo a los conciertos de David, y se convirtieron en sus amigos más cercanos y fieles fans. A menudo, recordaban aquel primer encuentro en Londres, y se sentían agradecidas por haber tenido la oportunidad de conocer a uno de sus ídolos de la infancia.