David y Laura se conocieron en una noche de verano en Budapest, donde coincidieron en un concierto de música clásica al aire libre. David estaba sentado en una colina, disfrutando del espectáculo, cuando de repente una pelota de futbol voló cerca de él. Laura, que estaba jugando con un grupo de amigos, se acercó a recuperarla y se encontró frente a frente con David. Después de intercambiar algunas palabras, David se ofreció a devolverle la pelota de vuelta hacia su grupo de amigos, a lo que Laura aceptó. Resultó que sus amigos estaban sentados cerca de David, por lo que en el camino David y Laura continuaron hablando sin saber que sería el comienzo de una hermosa amistad. Hasta el final del concierto, David y Laura reían, conversaban y compartían sus historias. Al finalizar el evento, intercambiaron números de teléfono y promesas de mantener el contacto. Así comenzó su amistad, en una noche de verano con música y una pelota de futbol. Desde entonces, David y Laura han pasado muchos momentos inolvidables juntos, fortaleciendo su amistad hasta convertirse en mejores amigos inseparables.
