David Johansen y Nancy Spungen fueron dos de los personajes más icónicos del movimiento punk de los años 70. Johansen era el líder de la banda New York Dolls, mientras que Spungen era una groupie y aficionada a las drogas que se enamoró de Johansen. La relación entre Johansen y Spungen fue tumultuosa y a menudo violenta, con ambos implicados en abuso de sustancias y problemas emocionales. Los rumores de infidelidad y maltrato eran comunes, y la pareja se separó y volvió a unirse varias veces durante los años que estuvieron juntos. En octubre de 1978, Spungen fue encontrada muerta en la habitación de hotel que compartía con Johansen en el hotel Chelsea de Nueva York. Johansen siempre negó haberla matado, y aunque la policía nunca encontró pruebas suficientes para acusarlo, la muerte de Spungen sigue siendo un misterio hasta el día de hoy. A pesar de sus problemas, la relación entre Johansen y Spungen sigue siendo un tema recurrente en la cultura popular y ha sido abordada en películas, libros y canciones. Su historia es un ejemplo trágico de la oscuridad y el peligro que rodearon la escena punk de los años 70.